A quien no le gusten las joyas, probablemente se piense que la elección de una de ellas para según qué ocasión es una tarea muy sencilla. Simplemente es coger lo primero que veamos en el joyero y listo.

¡Pero no! Cuando te gusta el mundo de la joyería, tanto como a nosotros, ya sabemos que no se puede dejar la elección del a joya a coger “lo primero que veamos”. ¡Ni mucho menos!

Para ello, tenemos que seguir una serie de criterios que nos ayuden a elegir la joya perfecta. Vamos a ver qué aspectos pueden definir el tipo de joya que necesitamos para cada ocasión.

Tipo de evento

Parece una obviedad, pero no es lo mismo ir a una boda, que a una comunión o a una cena romántica que salir con nuestras amigas. Todo evento incluye ciertos estándares de elegancia o sobriedad que debemos tener en cuenta.

Esto determinará, por ejemplo, si queremos llevar un conjunto de joyas del mismo estilo para estar resplandeciente o simplemente llevar unos pendientes y pulsera, por ejemplo, porque la ocasión no exige de más. ¡Ten en cuenta todo esto antes de hacer tu elección!

Nuestro físico y vestimenta

Como ya hemos visto en otras ocasiones, hay joyas que nos pueden favorecer más o menos. La semana pasada, por ejemplo, vimos en este artículo cuáles son los pendientes en función de nuestro tipo de cara.

También tenemos que pensar en nuestro vestido o ropa que llevamos, con el objetivo de combinar de la mejor manera posible.

Material de la joya

Otro punto fundamental a la hora de elegir una joya es saber de qué material está compuesto, ya sea por el metal principal; oro, plata, etc., o las piedras que le acompañan. Te ayudarán a saber cómo combinar con la vestimenta y ocasión para que la necesites, además de proyectar tu propia personalidad.

Presupuesto

Como cualquier otro objeto de valor, las joyas tienen muchos y diversos precios. Debido a su coste, y sobre todo en el caso de aquellos con menor solvencia, se trata de una gran inversión, por lo que hay que meditar mucho la compra de la joya y qué utilidad tendrá en el futuro. Por eso, tenemos que adaptar nuestro presupuesto.

Y sobre todo, ¡que te guste a ti!

Nada de lo que te hemos comentado te servirá si a ti no te gusta realmente la joya. Por eso, sea cual sea tu elección, tienes que sentirte a gusto con la joya que llevas puesta.