En el post de hoy, os vamos a hablar de una de las cuestiones más importantes cuando vamos a comprar una joya: las propias cualidades del joyero. De igual manera, este post te puede ayudar si lo que quieres es dedicarte al apasionante mundo de la joyería, ¡por lo que te invitamos a que estés atento!

La formación, lo primero de todo

Como en cualquier otra profesión, el conocimiento es el primer pilar básico de todo joyero. ¿Cómo vas a vender una joya si no conoces el sector, los gustos de los consumidores o las características de las propias joyas? Sería de locos, ¿verdad?

Para llegar a ese conocimiento en el mundo de las joyas, sólo podemos hacerlo de dos maneras distintas: una gran experiencia en el sector o mediante la formación. No os vamos a engañar, la formación en joyería es muy cara, pero a buen seguro recompensa. De igual manera, la continua formación parece un requisito imprescindible en cualquier profesión, por lo que, aunque lleves mucho tiempo ejerciendo de joyero, lo mejor es seguir actualizando tus conocimientos, tratando de mejorar en tu servicio.

En este sentido, algunos de los cursos y títulos que pueden interesar en el mundo de la joyería son muy variados. Desde el diseño de joyas, la gemología o la de tasador. Como vemos, son diferentes vertientes, pero si nos formamos en cada una de ellas, podremos ser un profesional de la joyería realmente completo.

Un joyero es un buen vendedor

Pero además de todo el conocimiento que se pueda adquirir, el joyero tiene que tener ciertas habilidades. Habilidades que pueden ser innatas o que se pueden trabajar con el tiempo.

El sector de la joyería es tremendamente competitivo. Además, tiene un problema más. Las joyas son artículos de lujo. Son artículos caros, por lo que un buen vendedor puede ser la clave para vender un artículo que muchas personas compran rara vez.

¿Y qué es lo que hace bueno a un vendedor de joyas? Además de su conocimiento y experiencia, su presencia y habilidades comunicativas.

Cuando hablamos de una persona con presencia no tiene por qué ser necesariamente que sea guapa. Ni mucho menos. Estamos hablando de tener un aspecto cuidado y formal, además de que sea agradable y servicial en el trato.

Por otro lado, las habilidades comunicativas, ya sea a la hora de hablar o de gesticular (comunicación verbal) pueden convencer, en gran medida, en la toma de decisiones del comprador.

En resumen, un joyero tiene que aunar diferentes capacidades o cualidades para prosperar en este difícil negocio. Por un lado, están sus cualidades como profesional en la materia, tanto en el conocimiento de diseño, si tratamos la joyería artesanal, la gemología o la tasación, combinándolo con las cualidades de todo buen vendedor y que caracterizan a la joyería comercial, como son sus habilidades comunicativas y comerciales. Todo ello, hará que el joyero sea un profesional de confianza, logrando mayores ventas.